¿Qué es y qué no es el perdón? (I)

Hay consenso en considerar que perdonar consiste en un cambio de conductas destructivas voluntarias dirigidas contra el que ha hecho el daño, por otras constructivas. (McCullough, Worthington, y Rachal, 1997).
Algunos consideran que perdonar no solamente incluye que cesen las conductas dirigidas contra el ofensor, sino que incluye la realización de conductas positivas (Wade y otros, 2008). En consecuencia, para perdonar es preciso comprometerse, por el propio interés, con el pensamiento de querer lo mejor para esa persona, aunque sea solamente que recapacite y no vuelva a hacer daño a nadie o deseando que le vaya bien en la vida, etc.
Si el proceso de perdón se hace adecuadamente, se modificarán los sentimientos hacia el ofensor. Por eso, perdonar no es contingente con la reducción o cese total de los pensamientos o sentimientos “negativos”; no es un estado afectivo o una condición emocional ni una colección de pensamientos y sentimientos; perdonar es una conducta libremente elegida de compromiso y determinación (Zettle y Gird, 2008).
El perdón no es un acto único que se hace en un momento dado, es un proceso continuo que se puede ir profundizando y completando a lo largo del tiempo. Perdonar es un acto de amor que damos al otro. Es un proceso complejo que supone tiempo.
Es un proceso que integra:
    • el comportamiento
    • la cognición
    • el afecto
¿Qué no es perdón?
Debido a que perdón es una palabra muy cargada ideológicamente, hay algunos puntos que puede ser necesario aclarar son los siguientes:
  • El perdón no incluye obligatoriamente la reconciliación. Perdonar o pedir perdón son opciones personales que no necesitan de la colaboración de la otra persona. Sin embargo, la reconciliación es un proceso de dos. Por ejemplo, el perdón no supondrá nunca restaurar la relación con alguien que con mucha probabilidad pueda volver a hacer daño.
  • El perdón no implica olvidar lo que ha pasado. El olvido es un proceso involuntario que se irá dando, o no, en el tiempo. Solamente implica el cambio de conductas destructivas a positivas hacia el ofensor, tal y como se ha indicado. Hay ideas erróneas asociadas con el perdón como que si se perdona no se debe recordar o sentirse enfadado por lo ocurrido. Recordar algo es un proceso automático que responde a estímulos que se pueden encontrar en cualquier parte y los sentimientos que se tienen no se pueden modificar voluntariamente, las respuestas que damos cuando tenemos  esos sentimientos si pueden llegar a ser voluntarias.
  • El perdón no supone justificar la ofensa que se ha recibido ni minimizarla. La valoración del hecho será siempre negativa e injustificable, aunque no se busque justicia o se desee venganza.
  • El perdón del que se trata tampoco supone obligatoriamente levantar la pena al ofensor y que no sufra las consecuencias de sus actos.Para que se dé la reconciliación es preciso que el ofensor realice una restitución del daño que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga. El perdón consiste en que el que perdona deja de buscar activamente que se haga justicia y es parco en las consecuencias que busca y, sobre todo, no intenta obtener una descarga emocional junto con la justicia.
  • Perdonar no es síntoma de debilidad, porque no se trata de dar permiso al otro para que vuelva a hacer daño, sino que se puede perdonar cuidando de que no nos hagan daño de nuevo.

Un comentario sobre “¿Qué es y qué no es el perdón? (I)

  1. Has definido claramente el significado de la palabra perdón y lo que lleva o no consigo la acción de perdonar. Muchas gracias.

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