¿A qué retos se enfrentan los adolescentes?

A lo largo de la adolescencia. el adolescente se enfrenta a un proceso de maduración gradual de su persona en tres planos:
Biológico: la maduración se concreta en la transformación del organismo infantil en un organismo adulto. Se produce un considerable crecimiento en estatura y peso, la maduración sexual y la capacidad para la reproducción.

Psicológico: la maduración se centra en el paso del pensamiento concreto, típico del niño, al pensamiento abstracto, propio del adulto. El adolescente puede operar mentalmente no sólo con lo que es, sino también con lohipotético o lo posible.

Con el desarrollo del pensamiento formal y el hipotético deductivo, el adolescente se encuentra con la posibilidad de acceder a la comprensión del mundo por medio del conocimiento científico.También puede organizar y mejorar de forma autónoma sus procesos de aprendizaje personal.
Desde el punto de vista afectivo, la maduración se concreta en el paso de las emociones confusas a los sentimientos diferenciados. Se trata de sentimientos apasionados muy variados y con gran fuerza, hasta el punto de poder convertirse en enérgicos motivos para actuar. La maduración afectiva incluye tanto el aprendizaje del autocontrol de las emociones y sentimientos como el desarrollo de la capacidad para expresarlos.
En el plano de la personalidad, la maduración es un efecto del paso del “yo” hacia afuera, típico de la infancia, al “yo” hacia adentro. El centro de interés ya no son los objetos externos, sino uno mismo. El adolescente descubre su riqueza interior, su intimidad, que es uno de los rasgos esenciales de la persona.
A medida que el adolescente profundiza en su intimidad y la comparte o intercambia, especialmente en las relaciones de amistad, está en mejores condiciones de revisar la identidad personal elaborada durante la infancia y de construir otra nueva, basada en nuevos modelos de identificación.
La maduración de la personalidad también incluye el paso de la conducta dependiente a la conducta autónoma e interdependiente. De la conducta imitativa a la conducta original; del modelo de vida elaborado por los padres a una forma de vida elegida personalmente en función de nuevos valores.
Social: la maduración consiste en el paso de las relaciones en el estrecho marco de la familia y de la escuela, a las relaciones en un contexto social más amplio (el grupo de iguales y el grupo de amigos).
También consiste en el paso de la relación de tipo grupal a la relación personalizada, propia de la amistad íntima y del enamoramiento. El adolescente debe aprender diversos comportamientos propios de la vida adulta, relacionados con la conducta sexual y con la elección y desempeño de roles profesionales. También necesita adquirir hábitos de convivencia y cooperación con los demás en situaciones nuevas.
Pero hay que tener en cuenta que no se trata de transiciones independientes entre sí, sino de una sola transición que tiene carácter global, que se refiere a la personalidad considerada como un todo. Hay por tanto, una estrecha interrelación entre las diferentes capacidades del desarrollo que intervienen en la transición a la vida adulta.

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